Diario de una filóloga arrepentida

domingo, febrero 04, 2007

Hecha toda una trabajadora de Inditex más


Bueno, claro está: si antes sale a relucir el tema Inditex en los comentarios sobre la ya mítica foto de Aitor Ocio, antes me llaman los señores de Adecco para trabajar en Zara.
El caso es que llegaba la ropa de la nueva temporada y necesitaban refuerzos para doblar, desdoblar, colocar, clasificar, colgar y, ante todo, llevar cajas arriba y abajo. Me tendría que levantar a las 6 de la mañana para estar en la tienda a las 8 el día D, pero me dió igual porque una no tenía clase la semana pasada (inter-semester break, lo llaman) y siempre es mejor sacarse unas pelillas que soportar (gratis) a las estúpidas de las nuevas habitantes de tu casa.

Visto el panorama del madrugón que me esperaba, lo lógico habría sido acostarse pronto. Y en mi habitación estaba temprano... pero con la radio vía internet puesta en el partido de Copa del Dépor en el que Pablín iba a debutar con un equipo de Primera División. Porque sí, en fin, por alguna razón se me metió en la cabeza que el chaval marcaría en su primer partido tras nueve meses de lesión.

De repente se me fue la conexión buena de internet (Robert, Robert, ¿por qué me has hecho esto? Yo te juro por Snoopy que no me he vuelto a bajar capítulos de Prison Break) y, justo cuando vuelve a la vida, GOOOOOOL del Dépor. Sí, suyo, claro. Debo hacerles caso a los tentadores anuncios y ganar pasta gansa en miapuesta.com y similares. Pero antes de pensar esto, prácticamente salto en la cama y doy una especie de grito de alegría. En ese momento me digo a mí misma: "Muy bien, so ridícula, hoy ya mejor que no salgas de la habitación... A no ser que pretendas explicarles a Vaca, Pollo, las enfermeras majas y toda la fauna la emoción que produce ver meter un gol en Primera a alguien con quien has compartido previamente plato de croquetas, que eso une mucho" (¿cómo se dirá croqueta en inglés? Mmm... ¿tendremos cena todos juntos otra vez este verano? Ah, con tortilla, jamón, costillinas, chorizo a la sidra y todas esas cosas tan riquísimas. Oh, por favor, qué bueno todo.) A ver, que se me va la olla a otro tema, retomemos. Gran momento en el que el comentarista anunció que la celebración era imitando a un gallo asturiano (¿qué tienen de especial los gallos asturianos? ¿Falan? ¿Comen oricios?) cuando se trataba de, ejem, un tiburón.

Pablo, Pablín, solete, desde aquí te digo que hay que ser más específicos o documentar mejor a prensa y afición sobre las celebraciones. Porque chato, si cierto es que eso no se parecía en nada a un gallo, bien es verdad que durante tu etapa sportinguista yo me pasé meses asociando esa celebración con... el último mohicano, no sé por qué. Hay que ser creativos, pero didácticos. Vamos, que te hagas entender, vidi, así le das uso a haberte sacado la carrera de Magisterio.


Bien, sí, Pablo cumplió mi predicción, ganaron el partido, su entrenador le echó flores y yo por fin me puse a dormir, que era lo que me convenía.

¿Qué contaros del maravilloso mundo de Zara y su glamour? ¿Cómo expresar lo que siente una cuando tiene en sus manos las prendas que marcarán tendencia durante la siguiente temporada... dentro de unas cajas que pesaban como si llevases un muerto. Eso sí, yo, que sabéis que en cuanto a la vida laboral se refiere, soy Filologuicienta, cargué cajas como la que más (y el que más) todo lo que fue necesario. Durante esas ocho horas aún me dió tiempo a labores tan poco previsibles, a la vez que necesarias por lógica pura como quitar cartones y plásticos a la ropa recién llegada, ponerles esa pegatinita que está en el lateral derecho (SIEMPRE EN EL DERECHO, SI PONES UNA EN EL IZQUIERDO MERECES LA MUERTE) e indica la talla o, mi tarea predilecta del día: desenredar perchas, que estaban todas enganchadas las unas a las otras en una caja. Sí, como os podéis haber dado cuenta, fue un trabajo todo elegancia, clase y glamour. He de decir, no sé si para alegría o decepción de nundu, que los dependientes de Inditex en esta nuestra acogedora ciudad de Dublín NO tienen abdominales tipo Aitor Ocio. Otra anotación sobre el personal es la cantidad ingente de españolas entre dependientas y currantitas al mismo nivel que servidora. Eso estuvo bastante bien. Sí, os contaré un secreto que descubrirá mi lado de mala persona de este mundo: me gusta, me gusta verme rodeada de españoles... porque en general, el nivel medio hace que mi inglés parezca mejor. Llamadme mal bicho, pero después de oir el inglés de Brad Pitt, Ballack y compañía, que encima eran de ¡¡Empresariales!! cada una se apaña la autoestima como mejor puede, ¿vale?

El momentazo del día fue al llegar a casa, agotada, tirar el bolso y la chaqueta como mejor pude en mi habitación de Pin y Pon, irme a la ducha y descubrir el souvenir que me había dejado el acarrear cajas de un lado a otro... unos preciosos pequeños moratones en los brazos, justo ahí. Sí, justo ahí para que si alguien te ve en manga corta próximamente, cuchichee con el de al lado: "Mira, mira... ¡¡¡ESTA SE PINCHA!!!"
Ah, con mi nuevo look de drogadicta, os dejo tras haber cumplido por los pelos con el propósito de escribir mínimo dos veces a la semana en el blog. Prometo ser menos vaga la próxima...

Ay, no me pude resistir... aquí, en tiempos más felices, con la que ha sido hasta el momento su mejor pareja de hecho en esto del fútbol... el Guaje Villa. Para aclarar confusiones sobre la celebración, diré que está escanciando un culín de sidra.


Posted by la_filologa :: 10:23 p. m. :: 11 Comments:

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