Diario de una filóloga arrepentida

jueves, agosto 17, 2006

Filologuicienta, las chicas Heineken y Marialadeenfrente

El otro día os adelanté, con lo de los irlandeses empeñados en hablarme en castellano, algo sobre mi trabajo vendiendo camisetas en la feria, pero empecemos por el principio.
Alba iamsogreat me había llamado por si seguía interesada en encontrar un curro de verano. Ella trabaja en una tienda de camisetas míticas de recuerdo con mensajes de tal calibre como: "¿Asturias o trabajas?", "Antes muerta que sin sidra" o "El que sea feu, que haga los recaos de noche". Los dueños iban a montar un stand en la Feria de Muestras y, tras una breve entrevista facilitada por las buenas referencias que Alba había dado sobre mí (aay, mentirosilla...), acabé siendo el nuevo fichaje del equipo camisetero.
Tres días antes del inicio, me comentaron que "si pudieeera" acercarme al recinto ferial a ayudarlos a montar el stand, más que nada "para que viera dónde estaba todo" porque mi jefecillo (hermano pequeño del diseñador de las camisetas con tan creativos lemas) "no iba a estar" el primer día. Lo comprendí enseguida. Al descenso del Sella, dejando a los empleados solos el primer día de crisis. Cojonudo.
En cuanto llegué al stand y me encontré con mi jefecillo, el jefecillo de Alba, el tío de ambos, un montón de cajas, una fregona y un cubo (sin asa por cierto), sumé dos y dos. A saber dónde está todo, ¿eh? ¡A fregar era a lo que me llevaban! Efectivamente, sólo me equivoqué en un pequeño matiz: aparte de labores de limpieza varias que ejecuté con pocos medios (cubo sin asa, bayetas pequeñas y maaaalas y ni jabón, ni fregasuelos, ni lejía, ni nada que se le pareciese), me asignaron algo menos típicamente femenino. Para que viese que en esa empresa no se discrimina. Sacar la caja registradora de su embalaje y subirla al mostrador. Que pesaba, la hijaputa...
Con la feria acabada dedicaré un post entero a contar los desmanes del pueblo llano en la compra masiva de camisetas, pero algo positivo le tengo que sacar al trabajo. El primer día en que me dije: "Deja de ser tan gilipollas y pide 10 minutos libres al día para tomarte algo, que en ocho horas de trabajo, tienen que dejartelos" conocí a unas chicas muy majas en el stand de Heineken. Que no, que no veo en el alcohol la solución para soportar las cantidades ingentes de camisetas de vacas variadas, que me tomé sólo una Coca-Cola. Pero, durante el rato que estuve allí, confraternicé con las currantas del lugar, que se encontraban desesperadas ante una maquina registradora con un millón de botones que no servían para nada aparte de molestar. Bueno, y por los jubilados que se negaban a dejarles ni 5 céntimos para el bote. Y los que se quejaban porque el bocata estaba muy frío, o muy caliente, o era muy caro, o muy pequeño. En fin, pequeños gages del oficio.
Pocos días después, en pleno sufrimiento de dolores menstruales, emigré al puesto de cafés con la sana intención de tomarme una manzanilla. Allí me encontré con mi vecina de stand, a la que a partir de ahora conoceremos como Maríaladeenfrente.
Al concluir nuestra jornada laboral, mientras ella decidía qué camiseta compraría, nos pusimos en plan de sellar nuestra alianza cafetera.

Maríaladeenfrente: Pues yo voy todos los días dos veces a por los cafés de mis compañeros y míos. Nunca me los dan como los pido, pero creo que la urna de las papeletas para el sorteo de la bici está llena de las mías. Tengo que seguir en ello, a ver si me toca.
Filologuicienta (moi): Yo tengo 10 minutos por las tardes. Mmm, podíamos ir juntas. Cuando el jefecillo me deje, te voy a buscar por tu stand.
Maríaladeenfrente: Ah, pues genial. Tengo la esperanza de que un día me hagan los cafés como se los pido. Y luego está lo de la bici, claro.
Filologuicienta (agachada en el mostrador, intentando encontrar por el suelo la grapadora que necesitaba): Y el guapo de los cafés. (saca la cabeza por encima del mostrador para aclarar el tema) Porque te has fijado en el guapo de los cafés, ¿no? Lo que pasa que hoy fuimos demasiado tarde y lo pillamos en la hora del bocadillo. Y no te digo yo que perdiese todo el atractivo masticando a dos carrillos, pero vaya... no es lo mismo.
Maríaladeenfrente: Mañana calculamos mejor y nos atiende fijo.

En el próximo capítulo de "Filologuicienta", las respuestas a todos los interrogantes que se plantean a partir de ahora: ¿Habrá dejado ya de masticar el guapo de los cafés? ¿Conseguirá Maríaladeenfrente que le sirvan en condiciones? ¿Encontrará Filologuicienta su gran vocación en el doblado de camisetas arrugadas? ¿Qué gran revelación sobre el guapo de los cafés tienen que hacer las chicas Heineken? ¿Y a qué ex-futbolista se parece el susodicho? Se abren las apuestas, señores. Todo eso y mucho más... mañana
Posted by la_filologa :: 11:20 p. m. :: 7 Comments:

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