Diario de una filóloga arrepentida

domingo, agosto 20, 2006

Amores imposibles, dolor y sorteos en la Feria (Filologuicienta contraataca)

Como lo prometido es deuda, ahí va la conclusión del importante diálogo que Maríaladeenfrente había tenido con su recién estrenado amigo cafetero. La cosa iba así:
Amigo cafetero de Maríaladeenfrente: "Y, ¿tienes novio?"
Maríaladeenfrente: "Sí."
Amigo cafetero de Maríaladeenfrente: "Y, ¿a tu novio le gusta montar en bici?"
Maríaladeenfrente: "Pues sí, también."
Amigo cafetero de Maríaladeenfrente: "Mmm... ¿me regalas la bici si te toca?"
Maríaladeenfrente: (cara de circunstancias mientras se plantea si el chico no ha pillado la conversación o simplemente tiene mucho morro): "Mmm, no."

Tras tal revelación sobre el diálogo que habían mantenido unos días antes y los conflictos con relación a vasos grandes con sus respectivas tazas, Maríaladeenfrente y Filologuicienta creían que lo que quedaba de jornada laboral no daría para más sobresaltos en cuanto a las relaciones chicos del café-chicas del pabellón.
Ah, inocentes, no sabían lo que se les vendría encima menos de dos horas después de su habitual excursión de 10 minutos. Filologuicienta dobla camisetas mientras maldice el día en que se le ocurrió pensar que igual en un stand así tampoco se trabajaba tanto. Maríaladeenfrente y su compañera Cristinaladeenfrente están tranquilamente introduciendo a unos clientes en el mágico mundo de los radiadores, distraídas del mundo exterior. Sin embargo, Filologuicienta, siempre alerta ante la aparición de algún cliente despistado al que le de por comenzar a abrir envases de camisetas en vez de preguntar y probarse las que están preparadas para tal fin, percibe movimiento en la parte delantero-izquierda del stand. Oh, oh, ooooh, emoción. El guapo del café mira con escaso interés y de reojo la camiseta de "Heinena". Y lleva algo raro pegado a la camiseta. ¿Será un insecto? ¿Una mancha? ¿Será un pájaro, será un avión? No, amigos lectores, se trata de algo mucho peor: una novia. OOOOOOOOH, EL GOZO DE FILOLOGUICIENTA, EN UN POZO. Pretende infructuosamente avisar a las chicasdeenfrente, pero deja pronto el intento al recordar que la discrección no es una de sus cualidades.
Cuando los ve desaparecer hacia otros stands, cruza el pasillo dando saltitos y, con la boca abierta de par en par, indignada hasta más no poder, se lo suelta:
Filologuicienta: "AAAAAAAAH, no me lo puedo creer. El guapo del café tiene novia. El capuccino ya nunca me va a saber igual"
Cristinaladeenfrente y Maríaladeenfrente: "¿Y cómo sabes que son novios? Igual era una compañera o una amiga".
Filologuicienta: "No sé, ella le estaba sobando el culo a él y deduje que allí había algún tipo de relación más allá del preparar cafés juntos. Llamadme malpensada."
Cristinaladeenfrente y Maríaladeenfrente: "Hombre, visto así, igual es verdad que algo hay"
Filologuicienta: "Eh, que no la culpo. Yo también le tocaría el culo si pudiera."

Mañana, en Filologuicienta: por un lado renace el sentimiento con un pequeño detalle y, por otro, asistiremos a la primera y (por el momento) gran ruptura en la relación chicos del café-chicas del pabellón por medio de la intervención de los seres superiores (también conocidos como jefes) ¿Quienes serán los protagonistas de cada una de ellas? En el próximo capítulo...
Posted by la_filologa :: 12:52 a. m. :: 2 Comments:

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