Diario de una filóloga arrepentida

jueves, marzo 16, 2006




No hay nada como estudiar para que se te caigan los mitos. En clase de literatura estamos con Hamlet y la profe agradable nos lo ha dejado claro: “Shakespeare no se inventó ninguna historia, él las tomó de diversas fuentes y las transformó.” Vaaale. Que en el siglo XVI no existía el actual concepto de originalidad de las obras (aunque como se entere la SGAE, inventarán una maquina para ir atrás en el tiempo e implantar el copyright en la época), pero aún así, joroba que Shakespeare sea un copión, así como una vulgar Ana Rosa.
Sí, me siento defraudada como lectora, como casi-filóloga inglesa y como todo en general. Horas después, nos cuentan que el señor Chaucer, de nombre Geoffrey (para los no iniciados, es el gran escritor inglés de la Edad Media) tampoco tenía nada original. Directamente traducía, o “recogía historias de diversas fuentes”. ¡Jopetas!, que diría Laura. En ese país tenían muy poca imaginación, ¿no? Podemos dar gracias de que aún no existieran Bill Gates y los procesadores de texto, habrían descubierto una mina los autores ingleses. ¿Os imaginais el peligro que podría tener nuestro amigo William con las herramientas “cortar” y “pegar”? Sí, si, algo parecido a lo que tú hiciste con tu último trabajo…
Posted by la_filologa :: 12:55 p. m. :: 1 Comments:

Postea un comentario o cotillea los de los demás

---------------oOo---------------